lunes, 12 de agosto de 2013

¿Nueva Constitución? ¿Asamblea Constituyente?

En Algarrobo algunos vecinos se han organizado para impulsar ambas iniciativas: nuevo pacto social y un mecanismo democrático de expresión de la soberanía popular (no nos satisface una propuesta de constitución generada por grupo de sabios, tampoco nacida de un parlamento sesgado en su representatividad por el modo binominal de elección). 


Hemos formado una pequeña organización, Asamblea Constituyente Litoral de los Poetas, coordinada a nivel nacional con el Movimiento por una Asamblea Constituyente fundado en 2007 por Gustavo Ruz Zañartu.

En una distendida conversación en una otoñal tarde algarrobina Alejandro Aguila y Manuel Vivanco se han referido a estas materias como vecinos de Algarrobo y miembros del grupo local por el cambio de la constitución vía asamblea constituyente. Se presenta una transcripción libre de aquella conversación.

¿Por qué la Asamblea Constituyente?

 
Porque la constitución es el marco normativo que rige la vida de la nación. Necesariamente debe emanar de un proceso deliberativo de amplia participación ciudadana. La constitución del 80 tuvo como ideólogo a Jaime Guzmán y fue aprobada bajo estado de sitio. NO ha sido nunca un texto que hagamos nuestro todos los chilenos.
Formulada desde una ideología conservadora en lo político y neoliberal en lo económico sus resultados han sido coherentes con su origen. Fue concebida para reproducir permanentemente un modelo político basado en el equilibrio entre dos bloques (al margen de la participación ciudadana) y un sistema económico que concentra la riqueza y excluye la las grandes mayorías de acceso digno a derechos como educación, salud, previsión (se accede a mercados como consumidores y no como ciudadanos con derechos).
Las amarras políticas y económicas impiden un cambio desde adentro. En lo político el binominal y en lo económico el mercado como entidad organizadora de la distribución de recursos (se autorregula !!!!! y permite la libre competencia !!!)
El experimento ha mostrado todas sus falencias y 30 años después es momento para que los ciudadanos opinen y decidan respecto al marco normativo que debe organizar la vida política y económica de Chile (planteamos que es hora que el pueblo soberano se pronuncie).
No vemos problema en una propuesta que apela a la participación de la ciudadanía para generar una constitución con fundamentos democráticos y que sea expresión del poder soberano del pueblo de Chile.
Será el orden que los chilenos del siglo XXI decidan, no el establecido por los ideólogos de la dictadura.

¿Por qué una nueva constitución?

Porque una constitución convocada en estado de sitio (sin registros electorales, libertad de prensa, etc.) no es legítima. Porque los resultados de su aplicación han dado lugar a una sociedad de concentración de la riqueza (el 1% más rico se apropia del 31% del ingreso del país)* y oligopolios que dominan el país (bancos, farmacias, retail, prensa, energía, telecomunicaciones, alimentos (pollos, cerdos)).
Una sociedad en que las desigualdades se reproducen y la clase social de origen determina el tipo de establecimiento en que se estudia y la calidad del barrio en que se vive.
Porque resulta imperativo una distribución del poder político y económico y la única vía es un nuevo ordenamiento institucional basado en la libertad y la justicia. Un ordenamiento en que el estado garantice los derechos de los ciudadanos.

*La Segunda 30 marzo 2013

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